Mientras reflexiono sobre lo que me gustaría destacar de la presentación del último libro de Marta Sanz, “Farándula”, he caído en la cuenta de que no se mencionó en ningún momento, o si se hizo fue muy sutilmente, la película “Eva al desnudo”.
Lo cierto es que una hora y media pasa volando cuando el artista y la obra son tan interesantes.
El formato de la presentación, un diálogo entre María Eugenia Salaverri y la escritora, a quien se le veía muy cómoda a pesar de lo poco adecuado del mobiliario y la disposición de la sala, resulta razonablemente ágil.
El encuentro que tuvo lugar el pasado 28 de enero de 2016, se llevó a cabo en una de las salas de la Mediateka BBK en Alhóndiga Bilbao-Azkuna Zentroa.
Los protagonistas de “Farándula” lo fueron también del evento ya que la construcción y evolución de los personajes de la obra son uno de los puntos fuertes de la misma. “Personajes poliédricos” los denominaron en algún momento por sus diferentes facetas y los giros que en ellos se van produciendo a lo largo del relato.
El otro foco de atención recayó sobre la intención de Marta Sanz con este libro. Ella explicó, con su particular manera de articular un lenguaje selecto pero a la vez cercano, que necesitaba expresar esa contradicción que le embarga al verse a sí misma como una escritora crítica y comprometida pero que a su vez está “dentro del sistema” con el que se muestra tan crítica. Esta contradicción, tal y como apuntó, se vio paradójicamente acrecentada cuando su novela resultó ganadora del Premio Herralde de Novela 2015. “Aún así”, aseguró, “puedo vivir con esa contradicción. Estoy feliz con el premio”.
Se mencionó, ¿cómo no?, al desaparecido Rafael Chirbes y la escritora nos recomendó la lectura de su libro póstumo “París-Austerlitz” por tratarse de un libro con cierto componente romántico no muy habitual en la obra del escritor. Como nos recomendó, también, “Cuando Lázaro anduvo”, de su admirado Fernando Royuela.
Gracias Marta por tus generosas recomendaciones y por ese buen rato que nos hiciste pasar compartiendo tus vivencias. Ah, y por tu absoluta sinceridad al afirmar que el oficio de escritor, al menos para ti, solo es posible con disciplina.
Mi reconocimiento también a la labor de María Eugenia Salaverri, Directora del Club de Lectura “Aurrez Aurre”, del Azkuna Zentroa, (Centro Cultural de la Alhóndiga de Bilbao) y al propio centro por acoger este tipo de iniciativas culturales.
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